Tan solo un segundo

Llevaba ya demasiadas lecturas de fantasía seguidas, por lo que el cuerpo me pedía alguna novela contemporánea romántica que fuera más ligera así que me decanté por Tan solo un segundo, libro que me llamó la atención desde que leí un pequeño fragmento que me llegó por twitter y que la autora misma publicó para promocionar el libro cuando salió.

Normalmente no leo la sinopsis de los libros cuando los añado a goodreads o si lo hago tardo tanto en ponerme con ellos que me olvido de lo que iba y me encuentro sorpresas en el interior. Con este libro me pasó justamente eso, iba completamente a ciegas sin saber qué podría encontrarme más allá de que trata sobre patinaje artístico y lo que encontré entre sus páginas... es que es mágico.

Este libro nos presenta la historia de Hannah, una chica que junto a su mejor amigo de la infancia, Nick, llevan años y años practicando el patinaje artístico con todas las ventajas y desventajas que ello conlleva. No les importa, no necesitan más para ser felices hasta que el destino decide robarles esa felicidad en un accidente de tráfico. Desde entonces nada volverá a ser igual para ambos, sus caminos se dividen irremediablemente y ambos tienen que hacer frente al trauma del accidente de la mejor manera posible...

A día de hoy no entiendo cómo esta puede ser la primera y única novela publicada de la autora. Virginia tiene una forma de narrar que parece que ha nacido para ello. Posee una pluma bellísima con la que encanta al lector desde el minuto uno y hace que conectemos con los personajes como si fueran conocidos nuestros y nos preocupemos por todos ellos. 

Es una historia que, como ya he comentado, atrapa desde el minuto uno, llena de dolor pero  también de esperanza, de superación interior y sobre todo de lucha para poder seguir persiguiendo tus sueños e intentar continuar con tu vida lo mejor posible aunque esta haya dado un giro de 180 grados.

Una de las cosas que más me gustó del libro es que está narrado desde diferentes puntos de vista, concretamente desde los de Nick, Misha y Hannah (que es la que más caps tiene) y la forma en la que Virginia supo dividir perfectamente cuándo un capítulo debía de ser narrado por una persona y cuándo por otra. Gracias a ello se puede congeniar con todos los personajes y amé a cada uno de ellos a pesar de que mi fav es Misha (señor, necesito a un Misha en mi vida). Mención especial a Abs y Nick, personajes a los que adoro también.

Otro mérito de la autora, lo mucho que se ha documentado para la historia. Explica muchas cosas del mundo del patinaje artístico, tanto competiciones como técnicas utilizadas en las competencias y además lo explica todo de una forma que queda clarísima, sobre todo los propios bailes, lo describe de tal forma que eres capaz de imaginarlos en la cabeza sin ningún tipo de problema, los visualizas a la perfección.

Y no me puedo ir de aquí sin mencionar las diversas referencias que la autora hace a lo largo de la trama a series y películas famosas tales como Harry Potter, El señor de los anillos, a la reina Sarah J. Mass, y muchas muchas más menciones que me sacaban una sonrisa cada vez que las leía ya que daba la casualidad de que había visto o me gustaba todas las que había utilizado (¿la escena de las canciones Disney? omg, demasiado mágica, la amé).

Nada más que añadir, es una lectura que recomiendo muchísimo y que creo que viene muy bien para el verano o el invierno. Trata muy bien temas como el estrés post traumático, la depresión, las autolesiones y lo hace siempre con muchísimo respeto y de una forma que se nota que la autora sabe sobre ellos y que se ha cuidado bastante a la hora de mencionarlo, cosa que cuando hacen los autores es muy de agradecer.

No me enrrollo más y de nuevo tenéis que leer esta historia, yo terminé el libro llorando por las esquinas y me muero por leer otro libro que la autora vaya a publicar (por favor, espero que publique otro porque de verdad que su narración es maravillosa).

¿Y vosotros qué tal? ¿lo habéis leído? os leo en comentarios.