El Principito

Esta ha sido una relectura pero a la vez ha sido una nueva también. Voy a explicarme. Yo leí este libro cuando estaba en el colegio como lectura obligatoria, pero no le di demasiada importancia y me pareció aburridísimo. Mientras iba creciendo me fui olvidando completamente de él hasta que en mi carrera como lectora no paraban de llegar a mis oídos lo maravilloso que este libro y su historia era. Sobre todo no paraba de escuchar lo típico que todos dicen de este libro, que cuando lo lees en diferentes momentos de tu vida, vas descubriendo nuevas cosas y más significados. La verdad es que a esto último no puedo darle crédito ya que a pesar de haberlo leído de pequeña, al no acordarme de nada, ahora ha sido como si lo hubiera leído por primera vez.

La experiencia con este libro ha sido... un tanto extraña. Lo leí en una hora creo, obviamente es bastante corto y se lee en nada, y no sé muy bien cómo me hizo sentir. No suelo leer libros de este estilo, por lo que siento si esta reseña es un poco difusa, no es sencillo para mi expresarme.

Tengo que aclarar antes de nada que me ha gustado bastante, le di 4 estrellas de 5 porque no sé que pasó, que terminé el libro con una enorme sonrisa en la boca. Me extrañó muchísimo esto porque la verdad es que la lectura no me estaba disgustando, pero tampoco era nada del otro mundo. Sinceramente no sé qué ocurrió, supongo que es por el final, pero analizándolo objetivamente es bonito, pero tampoco nada del otro mundo, no sé, será uno de los efectos de leer este libro (?)

Amé la forma en la que está escrito. El autor tiene una pluma delicada en todo momento y muy muy hermosa. Narra todo de una forma excepcional, plasma tan bien la inocencia e ignorancia del Principito, la cual podemos asemejar a la de un niño cualquiera que consiguió que le cogiera muchísimo cariño al personaje.

Realmente iba un poco condicionada cuando lo empecé por todo lo que había oído de él, así que al principio iba buscando metáforas y dobles sentidos en todo momento, sobre todo en la primeras páginas, es por ello que al principio todo era un tanto confuso, pero antes de llegar a la mitad decidí dejar de buscarle sentido a todo y simplemente dejarme fluir, disfrutar de la lectura y... todo se volvió mucho más maravilloso entonces.

Guarda bastantes críticas a muchos tipos de personas, pero sobre todo hacia los adultos, los cuales en algún momento se olvidan de que fueron niños, cosa bastante triste y que yo en todo momento me intento recordar.

Sonreí al reconocer las frases más célebres que encontramos en todos lados y disfruté encontrándoles sentido gracias al contexto en el que se encontraban, sin el cual, no se entiende de igual manera al leerlas de forma separadas.

Poco más que añadir, de nuevo, no es algo que suela leer y que al principio me cogió un poco por sorpresa pero que, gracias a la pluma del autor entre otras cosas, conseguí disfrutar bastante más de lo que esperaba. Os lo recomiendo muchísimo sobre todo si es algo que se sale de vuestra zona de confort, siempre es curioso experimentar algo así, sobre todo con un libro como este.