El único hombre vivo

Cuando el autor me contactó para que le reseñara el libro, acepté al ver que se trataba de una historia sobre Zombies ya que es un tema que me gusta bastante.

Tengo que decir que cuando comencé a leerlo, el autor me sorprendió bastante. No estaba muy segura de lo que podría encontrarme entre sus páginas, pero no fue lo que vi de primeras.

La historia está narrada desde el punto de vista de dos personajes, un policía llamado Alex y una periodista, Eva, ambos muy diferentes entre ellos tanto por sus actitudes como por sus respectivos trabajos pero que comparten un objetivo común, llegar al fondo de lo que está ocurriendo en Barcelona, una ciudad que de buenas a primeras queda sitiada por parte del gobierno debido a una enfermedad por la que está siendo asolada.

Alex se encuentra dentro, mientras que Eva tiene la suerte de estar por la periferia cuando el infierno empieza a desatarse en su centro. Esto me pareció una idea bastante acertada, ya que conocemos la historia desde dos puntos de vista completamente opuestos, uno en el centro del problema, y otro desde las afueras. Esto es la primera vez que lo veo en una historia de zombies, por lo que me pareció bastante original.

Otra cosa que me gustó bastante es que el autor describe a la perfección los inicios de la enfermedad y como poco a poco esta se va expandiendo por todos lados y la actitud de la gente, el miedo, la confusión... ante esto, cosa que, vuelvo a repetir, no suele verse en las tramas de zombies, normalmente empiezan cuando ya están en el quid de la cuestión, y por encima cuentan cómo fue el comienzo.

La forma de narrar del Mario me ha gustado bastante, aunque tengo que decir que en algunas escenas no profundizaba demasiado y eso me sacaba a veces de la lectura. A pesar de ello, no todas fueron así, en muchas escenas sentí tensión y miedo. El que la historia se desarrollara en Barcelona también  ayudó a reforzar esa sensación.

Una gran pega que le tengo que poner a la novela son los personajes. Son muy planos, sin ninguna evolución a lo largo de la trama, por lo que no pude conectar con ninguno, todos me daban completamente igual, incluso le cogí un poco de asco a Alex, su actitud me sacaba de quicio en muchas ocasiones y me ponía muy nerviosa, me parecía demasiado prepotente y el típico que se cree el salvador del mundo.

Otra cosa que no me gustó y que me sacaba de la lectura fue que, a veces, los personajes se repetían muchísimo con algunas ideas, por ejemplo cuando Eva tenía que estar siempre comprando nuevos móviles o cuando Alex no paraba de repetir que los cadáveres volvían a la vida. Muchas veces, esas repeticiones eran muy innecesarias.

A pesar de ello, ha sido una buena lectura, rápida y me encanta la crítica que el autor va haciendo sobre la desinformación de los gobiernos hacia los ciudadanos para su propio beneficio, por lo que si os apetece una historia de zombies ambientada en España, aquí está la vuestra.