The Fosters

Llevaba desde principios de año con ganas de ponerme con esta serie, pero me daba un poco de pereza con todos los capítulos que tiene cada temporada así que al final cuando empezamos la cuarentena, decidí aprovechar ese momento para ponerme con ella.

Los primeros capítulos me dejaron un poco indiferente, pero como me apetecía en ese momento algo así más ligerito (por eso la empecé), decidí continuarla solo para pasar el rato, ni la amaba ni me disgustaba. Todo esto cambió a lo largo de los capítulos, ya que sin darme le había cogido cariño a todos los personajes y ya sí tenía más ganas de seguirla aunque no fuera mi serie fav del momento.

The Fosters nos cuenta la historia de Callie y su familia. Callie es una chica huerfana de madre que tiene que ingresar en un reformatorio para menores cuando Lena y Stef deciden sacarla de allí y acogerla en su casa junto a sus otros hijos, Jesus y Mariana, los mellizos adoptados años atrás y Brandom, hijo biológico de Stef fruto de su antiguo matrimonio con su ex marido Mike.

Como ya he dicho al inicio de la reseña, las dos primeras temporadas estuvieron bien pero ya está, es a partir de la tercera temporada cuando la serie coge fuerza y cuando poco a poco y sin esperarlo me encontré completamente engancha a ella.

Es una serie que denuncia muchísimos temas sociales y eso es lo que más admiro de ella. Tengo que reconocer que al ser un poco antigua (2013) pensaba que no tratarían temas que se tratan actualmente en algunas series adolescentes como por ejemplo Euphoria, o que estaría llena de clichés, pero nada más lejos de la realidad. En cada temporada tratan temas nuevos y diferentes a los anteriores y lo hacen siempre de una forma muy respetuosa, informando muy bien y desde perspectivas que yo al menos no había visto en una serie hasta ahora. Algunos de esos temas son: homofobia, depresión, racismo, suicidios, pérdidas de seres queridos, traumas infantiles, etc... y muchos más que me dejo en el tintero por no ser capaz de recordarlos ahora mismo.

Para mi la mejor temporada con diferencia es la cuarta, donde no paran de ocurrir cosas y con la que sufrí pero a la vez disfruté muchísimo y es a partir de ahí también cuando la serie no deja de escalar. A lo largo de sus capítulos nos encontramos con muchísimos personajes, algunos relevantes o otros más irrelevantes para la trama, pero cada uno con una historia propia que contar y cuyas apariciones formarán a nuestros protagonistas por todo lo comparten con ellos o por las circunstancias en las que estos se ven envueltos.

Otra cosa que me parece muy interesante es que seguimos a todos ellos mientras van creciendo, esto se ve reflejado sobre todo en Jude, el más pequeño de la familia, y podemos entender de primera mano cómo es para los adolescentes vivir con las circunstancias en las que se encuentran cada uno de ellos (que son propias dependiendo de cada personaje), y la importancia que x cosas puede tener para alguien que recién está descubriendo el mundo en su totalidad antes de llegar a la etapa adulta. Considero que es muy importante la visibilidad que se les da y creo que esta serie está muy infravalorada y que debería de llegar a más gente.

Otra cosa que me sorprendió muchísimo fueron los personajes principales, en especial Mariana, uno de mis personajes favoritos. Al principio la muestran como la típica adolescente preocupada por su aspecto, pero cuando la conocemos nos damos cuenta de que no es así. Mantiene cosas infantiles porque no deja de ser una adolescente, pero es una chica muy inteligente, luchadora, feroz... capaz de enfrentarse a quien sea con tal de defender lo que cree y por supuesto por luchar por su familia. Otro personaje que me gusta mucho es Jesus, el cual tiene un poco de menos desarrollo que Mariana pero también podemos ver, sobre todo en la última temporada, cómo salen a relucir todos los valores que desde muy pequeño Stef y Lena le inculcaron, además de lo mucho que quiere a Mariana y todo lo que hace para protegerla y viceversa.

El final fue precioso, me dejó con un muy buen sabor de boca y cuando empecé la serie no tenía pensado ponerme con Good Trouble, su spinoff, pero después de ver todas las temporadas creo que en un futuro le daré una oportunidad para ver qué más tiene que ofrecer esta serie.

Nada más que añadir, es una serie que por supuesto recomiendo mucho y que si no os engancha desde el principio os animo a que le deis otra oportunidad hasta la tercera temporada porque de verdad que merece muchísimo la pena y con todas las enseñanzas y moralejas que tiene puede llegar a ayudar a muchas personas.